Más de 20 supermercados cooperativos de todo el país hemos lanzado una campaña para visibilizar nuestra apuesta por los productos de ganadería extensiva, ecológica y familiar.
A raíz de la polémica de las macrogranjas, en las últimas semanas muchas personas se preguntan dónde comprar productos cuyo origen no sea este tipo de grandes explotaciones intensivas. Así, mientras que la oferta de la mayoría de supermercados se compone principalmente de productos de origen animal procedentes de grandes explotaciones intensivas, un grupo de supermercados cooperativos de todo el país se han unido para lanzar una campaña con el objetivo de visibilizar su apuesta por los productos de ganadería extensiva, ecológica y familiar.
Bajo el nombre de “La ganadería que buscas”, la acción, impulsada por la Red de Supermercados Cooperativos, consiste en la publicación de un mapa para que cualquier persona pueda localizar las diferentes tiendas participantes a lo largo y ancho del país y comprar sus productos. Carne, leche, yogur, queso o huevos libres de macrogranjas se pueden encontrar en las estanterías de estas tiendas, quienes se abastecen de pequeñas ganaderías y granjas situadas en su mayoría en un radio próximo. La campaña también visibiliza a estos productores repartidos por toda la geografía. Por ejemplo, una granja de pollos en Alcolea del Cinca (Huesca) donde los animales viven al aire libre y se alimentan de granos ecológicos como hace 50 años. O una ganadería en La Losa segoviana, a las faldas de la Sierra de Guadarrama, que gestiona en extensivo un rebaño de vacas de raza avileña negra ibérica aprovechando los pastizales casi vírgenes donde antaño pastaban rebaños trashumantes.
Esta apuesta por productos agroecológicos, comprados en su mayoría directamente a los productores, es un rasgo diferencial de los supermercados cooperativos, quienes trabajamos bajo los principios de la economía social y solidaria. Nuestro objetivo es transformar el sistema alimentario, y para eso funcionamos sin ánimo de lucro, priorizamos el consumo ecológico y local a precios justos, y nuestros clientes y clientas somos a su vez propietarios/as. Esta singular manera de funcionar se basa en un modelo en el cual los consumidores nos unimos para crear un supermercado con sus propias reglas. No hay jefes ni grandes inversores, somos directamente los y las clientas quienes decidimos qué tipo de productos se deben vender o a qué se dedican los beneficios obtenidos por la actividad económica. Algunos de ellos ya llevan décadas funcionando, y otros acaban de abrir sus puertas importando un modelo que funciona con mucho éxito en otros países como Estados Unidos o Francia.
Así que ya sabes, si quieres consumir productos de origen animal libres de macrogranjas, visita tu supermercado cooperativo más cercano.