Comienza diciembre, el mes de la Navidad.
¿Has pensado ya lo que vas a cocinar y comer en la época de más consumo del año?
Hoy te proponemos que dediques 5 minutos a una propuesta diferente que puede ayudar a arreglar varios problemas. Empezamos por el principio.
La alimentación es uno de los sectores con mayor impacto ambiental y social. Hay que cambiar muchas cosas y muy importantes. Tantas que podemos abrumarnos.
Por eso traemos una solución fácil para la Navidad, solo es necesario tener un supermercado cooperativo en tu municipio o cerca al que ir a comprar.
1: los dulces
Los turrones y dulces que vas a encontrar en un supermercado cooperativo son ecológicos y de comercio justo la mayoría. Aquí ya estás arreglando muchos problemas, tanto para tu salud como para los derechos humanos de otras personas y el equilibrio del planeta. ¿Sabías que 2 millones de niños siguen siendo explotados para producir cacao? ¿Te han contado que el azúcar ecológico de comercio justo emite la mitad de C02 que el convencional? ¿Y sabes que las almendras de los turrones convencionales puede que sean de EEUU en vez de España?
2: los ingredientes
Todos los menús que cocines con ingredientes de un supermercado cooperativo tendrán mayoritariamente productos ecológicos y locales a un precio justo. El resultado es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, cuidar la biodiversidad, el suelo, el agua, el aire, los seres vivos, tener más salud, y que las y los productores puedan vivir de lo suyo. Casi nada.
3: la carne
Ampliamos el foco y nos vamos a la carne. En un supermercado cooperativo podrás comprar carne ecológica y también de pequeñas granjas. Eso quiere decir que dejas de contribuir a las macrogranjas, apoyas que los animales vivan al aire libre y no encerrados, evitas la deforestación de la Amazonía y nos salvas de la próxima pandemia global. Si cambias cantidad por calidad todo es posible.
4: los regalos
El top 3 de regalos navideños según los estudios son la ropa y calzado, la cosmética y perfumes, y los libros y hobbies. Te proponemos dejar de regalar el primero, la ropa y calzado, a no ser que sea de segunda mano, porque su impacto ambiental y social es brutal. Nos vamos directamente al número 2 para decirte que en un supermercado cooperativo puedes encontrar cosmética ecológica con la misma calidad o más que la alta cosmética a un precio mucho más barato. Y encima mucho más sano para la piel, los ecosistemas y la economía mundial (las grandes firmas no necesitan más dinero, las pequeñas empresas que apuestan por lo ecológico sí).
Podríamos seguir con más cosas, como los roscones con nata de verdad o la uva de Nochevieja con piel sin pesticidas. Pero lo dejamos aquí de momento para animarte a descubrir todo lo que puede ofrecerte un supermercado cooperativo. En este mapa puede encontrar el más cercano a tu casa.
Consume menos, consume mejor. Por una Navidad para arreglar el mundo.